La conjuntiva es una delgada membrana mucosa y transparente que cubre el globo ocular, dicha membrana está expuesta a factores externos como el aire, el sol y el polvo, que la hacen susceptible a presentar cambios degenerativos. Los cambios degenerativos más frecuentes de la conjuntiva son el Pterigio y la Pingüécula, los cuales afectan la salud visual y son desagradables estéticamente.
La Pingüécula es una mancha amarillenta o una pequeña protuberancia sobre la conjuntiva, localizada comúnmente en la parte más cercana a la nariz. Es un cambio en el tejido conjuntival que resulta en un depósito de proteínas, grasa y calcio, similar a un callo sobre la piel. A diferencia del Pterigio, la Pingüécula no crece hacia la córnea.
La razón más importante para su aparición es la exposición a la luz ultravioleta, siendo muy común en la población debido a la posición geográfica (cercana al ecuador, donde los rayos de luz del sol caen de forma directa y perpendicular). Igualmente se ha relacionado con exposición ambiental, resequedad, alergia y traumatismo repetitivo. Los síntomas de estas patologías están relacionados con enrojecimiento, visión borrosa, irritación ocular, resequedad, ardor, rascado, sensación de cuerpo extraño o arena en los ojos y suelen presentarse principalmente entre los 20-40 años.
No existe tratamiento médico local o general que haga desaparecer dicho tejido, el único tratamiento posible es quirúrgico y se debe realizar en las siguientes situaciones:
- Cuando produce molestias al paciente
- Cuando es incómodo o desagradable estéticamente
- Cuando es evidente que va evolucionando hasta amenazar con ocupar la zona pupilar impidiendo la visión.
No es necesario dejarlo “madurar” para ser operado, en realidad entre más pronto se realice la cirugía, mejores serán los resultados y menor el tiempo que el paciente se somete a las incomodidades propias de estas patologías.
Para evitar cambios degenerativos en la conjuntiva, se recomienda:
- Usar gafas con verdadero filtro ultravioleta: cada año se pierde el 1.2% de la capa de ozono y el 90% del daño de los rayos UV es ocasionado alrededor de los ojos.
- Proteger los ojos en condiciones secas o de excesivo polvo
- Utilizar lágrimas artificiales libres de preservantes en condiciones de resequedad
- Realizar exámenes específicos para diagnóstico de síndrome de ojo seco y seguir las recomendaciones para cada caso
Información suministrada por el Doctor Francisco Rangel Rueda, Médico Cirujano y Oftalmólogo - Alta Visión
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