Cuando reímos, nos enojamos o expresamos espanto o duda, los músculos de la cara se contraen y forman las llamadas líneas o marcas de expresión. Éstas se dividen en arrugas dinámicas que aparecen y desaparecen según la expresión, pero con el pasar del tiempo se acentúan y se vuelven más visibles y permanentes formando las arrugas estáticas.
Las líneas de expresión no son sólo propiedad de los ancianos, muchas personas jóvenes también las presentan en proporción a los gestos realizados al hablar o a la costumbre de espichar los ojos para ver mejor.
Aunque las líneas de expresión no generan ninguna disminución visual, suelen estar asociadas a inconformidad estética y a factores psicológicos como disminución de la autoestima y la capacidad laboral. Suelen ser manejadas bajo conceptos de salud visual, debido a que los ojos deben cumplir su objetivo funcional y estético por toda la vida.
Las líneas de expresión son tratadas con medicamentos como el Botox®, un procedimiento muy seguro en manos expertas, por eso se recomienda que únicamente sea aplicado por médicos idealmente especializados en el área que se tratará, en este caso los ojos. Después de la aplicación del Botox® el paciente continua sus actividades normales y los primeros resultados pueden ser observados en aproximadamente 7 días.
Información suministrada por el Doctor Francisco Rangel Rueda, Médico Cirujano y Oftalmólogo - Alta Visión
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