El Botox® es un medicamento con microdosis de toxina botulínica tipo A, que produce relajación de la musculatura donde es aplicado, impidiendo la formación de líneas de expresión (patas de gallina, arrugas de la frente y pliegues entre las cejas) y proporcionando una piel mas lisa y una apariencia más joven.
La aplicación de botox es un procedimiento no quirúrgico, realizado, para el cual no es necesario usar anestesia. Se recomienda que cuando va a ser usado en el tercer tercio de la cara (zona de los ojos y la frente), sea aplicado por medico oftalmólogo; por ningún motivo debe aplicarse en instituciones no médicas como peluquerías o consultorios odontológicos.
La aplicación de Botox® es un procedimiento no quirúrgico que ofrece resultados en la primera semana, con efecto por 3 ó 6 meses con la primera intervención, 6 ó 9 meses en la segunda, y hasta por 1 año después de la tercera. Sólo debe ser aplicado por médicos entrenados y en ningún caso por esteticistas o cosmetólogos. Su empleo en el tercio medio de la cara debe estar a cargo del oftalmólogo. Antes del uso del medicamento el médico realizará una valoración para descartar situaciones en las que está contraindicado como enfermedades neuromusculares, alergia a la toxina botulínica o a la albúmina humana, embarazo y lactancia.
La mayor ventaja del botox es que aplicado correctamente el paciente logra mantener sus facciones y expresiones.
Nuestros ojos deben cumplir su objetivo funcional y estético por toda la vida.
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