SOBRE EL GLAUCOMA
Por la Asociación Colombiana de Glaucoma
El glaucoma es una enfermedad crónica que requiere de asistencia médica continua y una educación del paciente y su familia para que comprenda la enfermedad, las medidas de prevención y el tratamiento con el fin de responsabilizarse para alcanzar las metas del tratamiento y prevenir o retrasar la aparición de la ceguera. La atención del paciente con glaucoma debe ser multidisciplinaria y requiere el abordaje de variados aspectos.
La ceguera y la discapacidad visual asociada con glaucoma afectan no sólo la calidad de vida de los individuos sino que repercuten notablemente en el desarrollo socioeconómico de las naciones. El brindar un pronto y efectivo acceso a programas de prevención de las discapacidades visuales severas se traduce en una disminución notable de los costos sociales que implican las terapias paliativas y el efecto deletéreo de la incapacidad visual en el individuo que la padece y en su entorno familiar y afectivo inmediato.
De acuerdo con las estadísticas del DANE para el año 2005, de cada 100 colombianos con discapacidad 43,5 tienen limitaciones permanentes para ver, es decir, dificultades para realizar actividades en comparación con personas en buena condición de salud visual. Los mayores índices se presentan en los departamentos de Cauca, Caquetá, Nariño, Boyacá, Huila y Putumayo. Según datos de la OMS, se estima que en Colombia el número de ciegos es del 8000 por cada millón de habitantes, la mayoría por enfermedades susceptibles de ser prevenibles o curables. Con una población estimada en 46 millones de habitantes, habría en el país aproximadamente 368000 ciegos que representarían un enorme costo que en el momento soportan el Estado y la sociedad en general.
La enfermedad glaucomatosa es una neuropatía óptica en la que los axones del nervio óptico mueren y las estructuras de la lámina cribosa colapsan llevando a la pérdida de tejido en el nervio óptico y en la excavación. Estos cambios se acompañan frecuentemente de defectos específicos del campo visual. A medida que progresa el daño axonal se producen cambios estructurales específicos en la apariencia del nervio óptico y en la capa de fibras nerviosas que llevan a adelgazamiento del borde neurretiniano y aumento de la excavación. Son hallazgos menos específicos pero sospechosos: aumento vertical de la excavación, escotaduras del borde neurretiniano, asimetría en las medidas de la relación excavación/disco entre ambos ojos, hemorragia en astilla, atrofia peripapilar y palidez localizada. Cuando la pérdida de axones aumenta se afecta inicialmente la visión periférica, la visión central se deteriora más tarde. Factores genéticos, fenómenos isquémicos y aún procesos de muerte celular programada, solos o en conjunto, se han postulado como etiologías de la enfermedad glaucomatosa.
La razón por la que el glaucoma provoca ceguera en tantos casos tiene que ver principalmente con el hecho de que la mayoría de los individuos no percibe la pérdida de campo visual hasta que el daño del nervio óptico resulte significativo. En países industrializados, aproximadamente, la mitad de los pacientes con glaucoma no sabe que lo padece; en los países en desarrollo un 90% de los individuos afectados no sabe que lo está y, una vez ciegos, no saben lo qué les causó la ceguera.
La reducción de la PIO es el objetivo del tratamiento, pues de los factores asociados con el desarrollo y la progresión es el único que puede ser tratado en la actualidad. Existen dos mecanismos por los que ésta pude ser modificada, uno consiste en la disminución en la producción del humor acuoso, otro en el aumento en el drenaje del mismo a través de la malla trabecular, de la vía epiescleral o a través de una vía creada quirúrgicamente. Una PIO elevada debe ser tratada aún en ausencia de daño demostrable en el nervio óptico, más cuando esta asociada con cualquiera de los factores de riesgo.
Aunque cada paciente debe ser evaluado de manera individual y es una patología de manejo exclusivo por parte del especialista, quien decidirá el tipo de tratamiento y seguimiento del mismo, aquellos aspectos que hacen sospechar el diagnóstico de enfermedad glaucomatosa deben estar al alcance de todos los médicos y le deben permitir realizar una remisión pronta y oportuna.
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