Niños
Los niños son la población que más cuidado exige cuando se trata de la salud visual, ellos tienen una fácil adaptación a la mala visión y pueden vivir fácilmente en un mundo de mala calidad visual sin darse cuenta.
En los niños el periodo de maduración visual termina entre los 5 y 7 años, motivo por el que cualquier problema se debe diagnosticar y solucionar antes de esta edad, pues posteriormente muchas de estas enfermedades no se pueden tratar.
Adolescentes
La adolescencia es una etapa de grandes cambios corporales que obligan a un monitoreo constante de su desarrollo y los ojos no son la excepción.
Muchas veces la timidez, la apatía o el inadecuado desempeño social de los adolescentes esta relacionado con problemas visuales.
Adultos jóvenes
Muchas de las enfermedades oculares son absolutamente silenciosas, no producen ningún síntoma y progresan lentamente; estas condiciones son pasadas por alto en la consulta médica general o en la consulta de optometría, por desconocimiento, o por no disponer de la tecnología apropiada para su diagnóstico. Por ésta razón todo adulto joven debe ser evaluado periódicamente por un médico oftalmólogo.
Adultos mayores
Ésta es una edad en la cual se hace supremamente importante acudir o llevar a sus padres a una consulta oftalmológica. La degeneración macular relacionada con la edad es un ejemplo de ésta necesidad, porque es una enfermedad que en un inicio es absolutamente silenciosa, pero que en sus estados finales puede conducir a una pérdida visual brusca, incluso llevando al paciente a la ceguera.
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